
Una de estas alternativas es el financiamiento mancomunado, donde dos o más personas participan activamente en un préstamo hipotecario compartido, emergiendo como una solución para que más individuos puedan hacer realidad el sueño de la propiedad. Según datos de la consultora inmobiliaria Neximo, alrededor del 15% de las transacciones inmobiliarias están relacionadas con la adquisición de viviendas compartidas, siendo los jóvenes de alrededor de 35 años los principales protagonistas de este tipo de operaciones.
Bernardo Silva, director general y cofundador de la plataforma de crédito hipotecario Yave, destaca la importancia del financiamiento mancomunado como una vía alternativa para aquellos que buscan obtener un préstamo hipotecario, pero enfrentan restricciones como la falta de comprobantes de ingresos requeridos por los bancos.
Al sumar los ingresos de dos o más personas, se aumenta la posibilidad de ser aprobados para el préstamo, lo que de otra manera podría no haber sido posible si se solicitara el crédito de manera individual.
El financiamiento mancomunado involucra dos figuras: el acreditado y el coacreditado. El acreditado es la persona acreditada ante la institución financiera, mientras que el coacreditado asume el papel de obligado solidario.
Ambos tienen igualdad de derechos y responsabilidades en relación con el inmueble y el financiamiento, eliminando la idea de una mayor responsabilidad de uno sobre el otro.
Es esencial tener en cuenta que el crédito mancomunado es a largo plazo, con plazos que oscilan entre 10 y 20 años. Por ello, es crucial entender los términos y condiciones asociados a este tipo de financiamiento y asegurarse de que ambas partes involucradas sean responsables financieramente.
Silva enfatiza que es importante que ambas partes cuenten con finanzas saludables y un compromiso claro. Antes de embarcarse en un préstamo mancomunado, recomienda revisar el historial crediticio de ambos, ya que esto proporciona una visión de cómo manejan sus compromisos financieros.
Para ello, se puede obtener un reporte especial de crédito, el cual es gratuito una vez al año y después tiene un costo de alrededor de 50 pesos. Esto permite evaluar si han pagado a tiempo, si han tenido retrasos o impagos en préstamos anteriores.
Enrique Margain Pitman, coordinador del Comité Hipotecario de la Asociación de Bancos de México, aconseja a los usuarios utilizar simuladores de crédito para estimar los pagos mensuales y ahorrar esa cantidad durante tres o seis meses.
Esto ayuda a determinar si tienen la capacidad financiera para hacer frente a la mensualidad sin dificultades financieras. Además, recalca que el monto de la mensualidad no debe superar el 30% del ingreso mensual.
Antes de comprometerse con un crédito mancomunado, es esencial discutir posibles escenarios, como separación o desacuerdos, y establecer procedimientos a seguir en tales situaciones.
Silva también sugiere que ambas partes ahorren la mensualidad que darían por el crédito para crear un fondo de emergencia, evitando poner a uno de los coacreditados en una posición comprometedora si surge un problema financiero.
En resumen, el financiamiento mancomunado emerge como una solución valiosa para aquellos que buscan superar las barreras económicas y acceder a la propiedad.
Sin embargo, es fundamental entender todos los aspectos involucrados, asegurarse de que ambas partes sean financieramente responsables y comparar cuidadosamente las opciones disponibles en el mercado.