Señala que si bien el pequeño comercio y los hogares "se cuelgan" para ahorrarse la luz, son las compañías de mayor tamaño las que concentran buena parte de este delito. Por ello, dice, es donde se debe atacar este fenómeno.
Durante el 2021, el robo diario de energía eléctrica (pérdidas no técnicas) fue por 21 millones 479 mil pesos. Esto implica siete mil 839 millones de pesos en todo el año. La suma representa cerca de 57 por ciento de las pérdidas totales (incluidas las técnicas) que registró la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Lo anterior, de acuerdo con el vicepresidente de Energías Renovables de la Comisión Nacional de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Carlos Aurelio Hernández, quien estima que, en los años subsecuentes al 2021, el monto económico de lo robado "seguramente se mantuvo en los mismos niveles". "El monto de lo robado baja y sube, pero las variaciones en términos de energía han ido en aumento y no se ha logrado disminuir el ilícito", apunta en entrevista con La Razón.
Explica que los siete mil 839 millones de pesos en pérdidas por robos equivalen a tener trabajando 24 horas, los siete días de la semana y durante todo el año, una planta de mil 870 megawatts.
A su vez, dichos megawatts equivalen a que 623 mil casas que consumen tres kilowatts en el mismo periodo tuvieran encendido su consumo eléctrico las 24 horas del día, los siete días de la semana, durante todo un año.
En opinión del integrante de la Coparmex, al interior de la CFE hay personal que apoya y facilita el robo de energía a través de sobornos.
"El robo de energía eléctrica es un problema que ha venido al alza sin que se prendan los focos rojos", acusa.
Por lo anterior, propone que las multas económicas por este delito se eleven de manera ejemplar, así como la probabilidad de sancionar a quien infrinja la ley, además de que dicho castigo no dependa de la CFE.
Actualmente, las sanciones fluctúan entre 66 mil pesos y 207 mil pesos, o bien, hasta 10 años de cárcel.
De igual forma, sugiere blindar los cables de la electricidad, aumentar las inspecciones inesperadas, implementar medidores inteligentes y sensores para detectar alguna alteración en los medidores, entre otras medidas.
Hernández señala que es fundamental el trabajo coordinado en todos los niveles de gobierno para disminuir el robo de energía, en virtud de que va en detrimento del erario público federal y local, así como del bolsillo de los hogares, además de las empresas que pagan honrada y responsablemente el consumo eléctrico de su negocio.
