
Por ejemplo, el gráfico señala que en 2018 la deuda era de 132.3 mil millones de dólares, cuando Pemex reportó oficialmente 105.8 mil millones. Para 2023, la gráfica muestra 108.6 mil millones, mientras el informe financiero de Pemex indica 106.1 mil millones. Además, la comparación se hace entre datos al cierre de año y cifras del segundo trimestre de 2024.
Rosanety Barrios, experta energética, aclaró para Animal Político, que para evaluar correctamente la deuda se deben usar cifras oficiales a precios corrientes y compararlas en periodos equivalentes. Según esos datos, la deuda bajó de 105.8 mil millones de dólares en 2018 a 97.6 mil millones al cierre de 2024, es decir, una disminución del 7.7%.
Además, Oscar Ocampo, del IMCO, destaca que la deuda se mantiene alrededor de los 101 mil millones de dólares y que sin cambios estructurales en gobernanza e inversión, la trayectoria no cambiará.
También se ha incrementado la deuda de corto plazo con proveedores, que cerró 2024 en 505.9 mil millones de pesos, el nivel más alto en 13 años. Y las pérdidas acumuladas durante el sexenio pasado alcanzaron 1.8 billones de pesos, equivalentes al 81% del apoyo fiscal recibido.
Si bien, si hubo una leve disminución de deuda financiera, el endeudamiento total de Pemex sigue siendo crítico y estructural, debido a que muchos de los trabajos realizados por proveedores aún no se han contabilizado oficialmente.