
A principios de mes, la Secretaría de Economía (SE) dio a conocer las bases para la licitación de una decena de polos de desarrollo en el Istmo de Tehuantepec, que separa el océano Pacífico del Atlántico.
El proyecto es una de las obras insignia de la administración de López Obrador. Dicho corredor incluye la construcción de más de 300 kilómetros de vías férreas y la rehabilitación de puertos en ambos océanos con miras a impulsar el desarrollo del sur del país.
Días atrás, para ese mismo proyecto, el gobierno decretó la ocupación de un tramo ferroviario operado por la subsidiaria de Grupo México, Ferrosur, lo cual alarmó a inversionistas.
Hay retrasos en las obras del Istmo
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) ha mostrado retrasos en algunas de las obras que componen el proyecto prioritario del gobierno de la 4T.
De acuerdo con un informe de la Unidad de Infraestructura y Transporte del CIIT, al cierre de 2022 habían elementos como la rehabilitación de muelles en el puerto comercial y la construcción del rompeolas oeste, ambos en Salina Cruz, Oaxaca, con avances de 44 y 36 por ciento, respectivamente.
Así también, el retiro del rompeolas existente en el puerto, para contar con el ancho de boca del proyecto para el puerto comercial, tiene un avance del 10 por ciento.
El CIIT es uno de los proyectos prioritarios del mandatario federal y busca conectar el Océano Pacíco y el Golfo de México mediante una ferrocarril para impulsar el comercio, principalmente entre Asia y la Costa Este de Estados Unidos, compitiendo con el Canal de Panamá.
No obstante, en febrero del presente año, el mandatario admitió que hay problemas en la construcción del Tren Transístmico.
Pese a ello, en abril el jefe del Ejecutivo federal prometió que la primera etapa del proyecto, que consiste en echar a andar el ferrocarril, comenzará a operar en octubre de este año.