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En medio de crecientes presiones ambientales y económicas, Coparmex, empresarios y autoridades se reunieron en el Foro de Sostenibilidad, Desarrollo Ecológico, Agua y Economía Circular, un espacio que buscó establecer rutas concretas para vincular el crecimiento económico con el cuidado ambiental.
El encuentro tuvo como eje tres pilares críticos para México: el desarrollo ecológico, el manejo responsable del agua y la transición hacia una economía circular. La conclusión común fue que, sin un modelo sostenible, el país arriesga su competitividad, su posicionamiento y su desempeño frente a la próxima revisión del T-MEC 2026.
Juan José Sierra, presidente nacional de Coparmex, advirtió que "el desarrollo ecológico no es una alternativa, es una necesidad inaplazable. No podemos hablar de progreso mientras degradamos los ecosistemas que sostienen la vida". Subrayó que México necesita un modelo inclusivo, resiliente y con equidad intergeneracional. Para el sector empresarial, este planteamiento no es solo ambiental, sino estratégico: adoptar prácticas responsables puede definir el acceso a mercados internacionales, la atracción de inversión extranjera y la permanencia en cadenas de valor globales.
En el terreno productivo, la transición hacia la economía circular muestra un avance limitado. Valentina López, presidenta de la Comisión Nacional de Desarrollo Ecológico de Coparmex, destacó que solo 7% de las empresas medianas y grandes en México han implementado estrategias integrales de sostenibilidad.
El foro también contó con la participación de Hans-Hartwig Blomeier, representante en México de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), quien recordó que los desafíos ambientales no son ajenos a la economía. "El cambio climático, el estrés hídrico y la degradación de ecosistemas inciden directamente en la competitividad, en la generación de empleos y en la cohesión social".
Para concluir, el encuentro no se limitó a un ciclo de conferencias, sino a una ruta de acción que articula a empresas, gobiernos y sociedad civil en torno a cuatro ejes: economía circular y modelos regenerativos; políticas públicas y normatividad ambiental; participación ciudadana y alianzas multisectoriales; e innovación y tecnología para la resiliencia climática.