Para Claudia Acuña, coordinadora nacional de autoproducción de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la autoproducción de la vivienda en México es una práctica muy vigente que continuará en los siguientes años.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Vivienda, el 59.4 por ciento de las personas quiere resolver su necesidad habitacional a través de la construcción, mientras que 38 por ciento busca comprar y el reto pretende rentar.
"No sólo queremos fomentar la autoproducción, queremos tener una política nacional de vivienda que incluya todas las necesidades y que se entienda cómo vivimos los mexicanos. Los mexicanos hemos vivido construyendo o mandado construir nuestras casas", destacó.
Este modo de construir vivienda lleva al usuario a obtener, aprovechar y gestionas los recursos que tiene a su alcance para construir su casa tomando las decisiones fundamentales para satisfacer sus necesidades.
En ese sentido, durante dicho proceso las familias toman las decisiones: en qué lugar se van a instalar, con que materiales van a edificar, a qué mano de obra van a contratar, si van a construir una casa de principio a fin, si quiere mejorar, ampliar o remodelar lo que ya tienen.
"Cuando hablamos de autoconstrucción estamos hablando de personas pegando ladrillo tras ladrillo, es decir, una persona que compra sus materiales y construye su casa con sus manos. Mientras que la autoproducción significa producir tu casa", explicó.
Acuña indicó que se requieren fomentar diferentes esquemas para que las personas tengan acceso a una vivienda adecuada, ya sea de autoproducción, compra o renta.
"En esta administración se le ha puesto foco a la autoproducción porque es el pasado, el presente y el futuro; se requiere organizar la práctica. Necesitamos darle a las personas las capacidades para que tomen mejores decisiones fortaleciendo al ecosistema de actores", expuso.
En los últimos años ha crecido la oferta de financiamiento para que cada vez más familias puedan autoproducir su vivienda.
Un ejemplo es el programa ConstruYo, del Infonavit, programa que arrancó a fines del 2020 como piloto en Baja California, Nayarit, Jalisco, la región metropolitana del Valle de México, Oaxaca, Yucatán, Chiapas y Tabasco.
El instituto creó dicho financiamiento para aquellos acreditados que no buscan una casa, sino construir, ampliar o remodelar su patrimonio.
En marzo pasado el programa se hizo permanente y de cobertura nacional, con un tope de 630 mil 739 pesos para obras mayores y 88 mil 303 pesos para reparaciones, con plazos de 24 a 120 meses.
Hasta ahora las entidades en donde más créditos de este tipo se han solicitado son Veracruz, Jalisco Oaxaca, Nayarit y Baja California.
Francesco Piazzesi, presidente de Convives y fundador de Échale, explica que la autoconstrucción es la solución que encuentran las personas para tener una vivienda a falta de programas o financiamiento.
"En México hay un déficit de 9 millones de viviendas, del cual una tercera parte le va a dar solución el Infonavit, el Fovissste, los bancos; y las dos terceras partes si no se apura una política de vivienda para los no afiliados o derechohabiente que no les alcanza su crédito, entre otros, autoconstruyen", dijo.
El especialista aseguró que la autoconstrucción se hace en terrenos cuyo dominio o derecho no se tiene, mientras que en la autoproducción implica tener una guía que le permite al usuario ir paso a paso en el proceso de construir su casa.