Lo anterior se explica por los elevados niveles de informalidad, situación que limita el acceso a créditos hipotecarios.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en el 2022 se registraron 24.07 millones de viviendas propias en el país, de las cuales, 67.2% se obtuvieron mediante el uso de recursos propios de las familias.
En tanto, 20.4% se adquirió mediante un crédito de Infonavit, Fovissste o Fonhapo; le siguió el financiamiento bancario, de una Sofol o caja de ahorro, con 5.7% del total.
Con los niveles más bajos en la obtención de una vivienda propia se ubicaron préstamos de familiar, amigo o prestamista, con 3.3% del total, y crédito de otra institución, con 2.7%.
Factores
Una de las razones del bajo uso de financiamiento hipotecario es la informalidad laboral, condición que limita el acceso a cualquier tipo de créditos.
Al cierre del primer semestre del 2023, 55.3% de la población ocupada en México se encontró en el mercado de trabajo informal, es decir, más de la mitad.
A esto se suman las elevadas tasas de interés y la alta inflación que encarecen los costos financieros, más el aumento en los precios internacionales de insumos para la construcción residencial durante el año pasado.
Particularidades
Para el caso de los hogares que usaron sus propios recursos para adquirir su vivienda, Chiapas presentó el nivel más alto con 83.4% del total de sus familias que optó por dicha opción.
Con porcentajes mayores a 80% se encontraron Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz y Guerrero; esto significa que, mínimo, 8 de cada 10 casas en estos estados se consiguieron a través de recursos propios del hogar. El común denominador de estas entidades es que ostentan las mayores tasas de informalidad laboral.
Mientras que en la adquisición de una vivienda por medio de un crédito de Infonavit, Fovissste o Fonhapo, los mayores porcentajes se observaron en Colima (43.2%), Nuevo León (42.2%), Aguascalientes (40.9%) y Coahuila (40.6%).